EMOCIONES VS. SENTIMIENTOS

EMOCIONES VS. SENTIMIENTOS

¿Conoces la diferencia entre emociones y sentimientos?

Esta distinción es muy relevante para comprender los procesos de toma de decisión humanos.

Les comparto más detalle en el artículo de la semana.

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EMOCIONES VS. SENTIMIENTOS

Tercera Fuerza: Deseos Emocionales

Sobre Creatividad, Neurobiología, las emociones y la libertad

3.5 ¿Qué son las emociones y qué son los sentimientos?

En pocas palabras, las emociones son una serie de estados corporales. Un marco somático.

Lo explico. Cuando se nos presenta un estímulo emocionalmente competente (EEC), por ejemplo un ruido extraño que nos provoca sentir miedo, entonces el cuerpo lanza una señal liberando noradrenalina para que nuestra respiración y pulso se aceleren, los músculos se tensen y en general adoptemos un estado de alerta en el que sea más efectivo enfrentar o huir. Una reacción diseñada por supervivencia.

Todos esos efectos físicos, y más, que suceden en nuestro interior corresponden a la emoción propiamente dicha.

Y aquí va la peripecia. Esas emociones se convierten en sentimientos cuando la mente lo percibe. Las emociones se dan en el cuerpo y los sentimientos en la mente.

Entonces ambos se convierten en un sistema integrado que se retroalimenta infinitamente. Las emociones producen sentimientos y los sentimientos producen emociones. Esto último sucede cuando tenemos pensamientos o ideas que actúan precisamente como un estímulo emocionalmente competente y desata reacciones corporales específicas (emociones). La mente por sí misma crea emociones también.

Pero no olvidemos al tercer actor, el mundo exterior. Los estímulos externos provocan emociones, que provocan sentimientos, que provocan emociones que mueven cuerpos capaces de crear estímulos externos.

Un complejo y fascinante silogismo. Todo está conectado y uno afecta al otro.

En términos más técnicos el escenario se ve así:

Recibimos una señal en el cerebro proveniente de estímulos emocionalmente competentes a través de nuestros sentidos.El cerebro lanza una señal a través del sistema nervioso central para detonar una emoción.Diferentes zonas del cuerpo, incluidas las vísceras, reciben esta señal y actúan en consecuencia alterando su estructura y comportamiento.Se dan diversos estados corporales. Cambia la postura, la expresión facial, la química sanguínea, la frecuencia cardiaca, los niveles de oxigenación, etc.

Se informa al cerebro sobre estos estados del cuerpo y la señal regresa a su fuente, el cerebro.

La percepción de estas emociones en la mente produce sentimientos. Si favorecen nuestra regulación vital serán sentimientos positivos, y si no serán sentimientos negativos.

Dichos sentimientos actúan como un sistema de recompensas y crean deseos. Mismos deseos que originan nuevos pensamientos o bien motivan una acción.

Los nuevos pensamientos y acciones crean nuevos estímulos emocionalmente competentes y el ciclo se cierra.

Y así la rueda gira infinitamente mientras estamos vivos. Incluso en el sueño mismo.

De hecho es ahí, en el sueño, donde pienso que se da lugar al campo de entrenamiento emocional más efectivo y sofisticado. Se trata de una fábrica de deseos/miedos que refuerzan nuestra programación homeostática por resistir y prevalecer.

Finalmente, presentando una abstracción más simple de la imagen completa encontramos: estímulos que crean emociones, que crean sentimientos, que crean deseos, que crean estímulos.

Una maquinaria extraordinaria que somos muy afortunados de poder experimentar y que controlarla implica una fuente de energía implacable.

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en busca de sentido

¿Por qué deseamos?

*Página: 146

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