Con ustedes, el quinto de los 12 Detonadores Instintivos.🐆

Con ustedes, el quinto de los 12 Detonadores Instintivos.🐆

*Recuerden: no compramos productos ni servicios sino soluciones a necesidades, y en este caso, necesidades instintivas.


NECESIDAD DE LIBERTAD Y DESCUBRIMIENTO.
#ArtículoDeLaSemana
©Psico-Marketing – Inspira y Vencerás


Los 12 Detonadores Instintivos son una guía con una carga teórica histórica pero también asombrosamente práctica. Estamos hablando, ni más ni menos, que de la programación intrínseca que tenemos “de fábrica” diseñada por supervivencia y por consecuencia de la evolución del género Homo durante más de 2 millones de años. O como diría Richard Dawkings, producto de millones de años de evolución genética.


5. Necesidad de Libertad y Descubrimiento

El Jaguar adolescente toma su camino en solitario y abandona su tierra de nacimiento para establecer su propio territorio. Necesitará más de 150 kilómetros cuadrados para sobrevivir y camina cientos de kilómetros para reproducirse. ¡Vaya demostración de una vida libre e independiente!.

Vivir solo y tener un margen territorial tan amplio le permite ser más ágil, tener más recursos y tomar decisiones mucho más rápido. De nuevo, es un acto de supervivencia pura.

También son seres sumamente curiosos, es parte de su trabajo evaluar todo lo que encuentran en su territorio para identificar fuentes de peligro y fuentes de alimento. Por naturaleza están diseñados para descubrir nuevas oportunidades y amenazas.

De la misma manera, algunos más que otros, los seres humanos poseemos un instinto de libertad y descubrimiento muy desarrollado. Dicho instinto se encuentra íntimamente ligado a nuestra capacidad creativa. Buscar nuevas y mejores formas de hacer las cosas, adaptarnos al cambio constante e infinito o bien transformar nuestro entorno son cualidades que nos han permitido una evolución individual, social y biológica importante.

Las cosas nuevas son magnéticas para la atención de cualquier ser humano. Además, al presentarse una novedad o un escenario que no controlamos, nuestro cuerpo secreta un neurotransmisor llamado noradrenalina que nos hace sentir alerta y con más energía. Este sentimiento llega incluso a ser adictivo, no por nada millones de personas al año saltan de un avión en paracaídas por “entretenimiento”. ¡Para muchos otros eso simplemente es una tortura! Sin embargo, es un fenómeno que explica claramente nuestra necesidad intrínseca por descubrir, sentirnos libres y experimentar cosas nuevas y emocionantes.

Si no contáramos con esta fuerza que nos mueve a ser curiosos, no seríamos seres creativos y por lo tanto jamás hubiéramos logrado crear civilizaciones. Mucho menos alcanzar los niveles tecnológicos que tenemos en el mundo moderno.

Algunos productos que satisfacen nuestra necesidad de libertad y descubrimiento son: automóviles convertibles y veloces, viajes, deportes extremos, tours, hoteles, parques de diversiones, videojuegos y muchos más.

Un ejemplo de justificación racional no alineada a este instinto es el común caso de los nuevos productos que adquiere un hombre en la llamada “crisis de la mediana edad”. Entre ellos, un convertible rojo, que por supuesto (dice) que no compra porque se quiere sentir joven, libre y que hace lo que quiere cuando quiere; sino porque “es un modelo con la mejor ingeniería, que va a durar mucho más, que está muy equipado por dentro y además es muy seguro” ¡ah! “y que además consiguió en un precio muy especial haciéndola una “inversión” muy inteligente”. No existen límites para buscar justificar racionalmente lo que deseamos emocional e instintivamente.

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