UN GRAN SECRETO SOBRE LA FUERZA DE UN PROPÓSITO

UN GRAN SECRETO SOBRE LA FUERZA DE UN PROPÓSITO

En esta ocasión les comparto un artículo un poco más largo, pero prometo que vale mucho la pena. Explica en parte por qué un propósito que aporta a un bien mayor mueve masas y vende. Incluye uno de los grandes secretos de la vida que Erwin Schrödinger y la física cuántica nos sugiere.


En resumen algunos puntos clave:


– La materia esta condenada a enfriarse y expandirse al infinito desde el Big Bang: entropía.
– Las partículas de la vida luchan por resistir y prevalecer contra ese gélido destino: entropía negativa de Schrödinger.
– La colaboración en equipo de los átomos, moléculas, genes y organismos vivos aumentan nuestras posibilidades de orden y prevalencia.
– Por lo tanto el altruísmo cooperativo es un mandato a nivel genético y atómico. Luchar por el bien del Todo motiva a cada ser vivo.
– Si tu empresa, persona o proyecto aporta un bien mayor al Todo entonces estarás aliado con esta poderosísima fuerza que actúa a nivel consciente e inconsciente.


UN GRAN SECRETO SOBRE LAS PARTÍCULAS DE LA VIDA

#ArtículoDeLaSemana

©Psico-Marketing – Inspira y VencerásPrimera: Dimensión Espiritual(Deseos inconscientes que nos mueven a aportar un bien al Todo) *Sobre marketing, filosofía y física cuántica.1.1 El Big Bang


Comencemos de nuevo desde el principio. Al menos desde el punto más lejano en el tiempo que conocemos hasta ahora: El Big Bang.
En 1929 Edwin Hubble logró observar que las galaxias distantes se estaban alejando de nosotros y que por lo tanto el universo se está expandiendo. Esta observación fue histórica ya que concluiría que en algún punto del tiempo todo debió haber partido desde un mismo lugar. Un punto en el que la densidad fuera tal que no existirían las leyes de la física y por lo tanto nada de lo que hubiera sucedido antes de eso sería observable. Un punto en el que todo el universo, literalmente todo lo que podemos ver y que conocemos, se concentraría con una densidad infinita en un espacio infinitamente pequeño. Y entonces, en un instante, ¡bang! la explosión más titánica de la existencia se daría lugar, ni más ni menos que el inicio del universo como lo conocemos.


Justo aquí, hace más de 13.8 mil millones de años fue que comenzaron una serie de acontecimientos afortunados. La materia infinitamente densa y caliente comenzaría a expandirse y enfriarse. Esto permitiría la creación de galaxias, estrellas, planetas y más elementos cósmicos. A partir de este momento las partículas más pequeñas que componen la existencia comenzaron a interactuar entre sí de una forma muy especial. Algunas se movían libremente, otras chocaban y explotaban y otras más hacían alianzas entre sí para crear elementos compuestos. En términos más científicos: gluones formaban quarks que formaban nucleones que formaban núcleos que formaban átomos que formaban moléculas que formaban sólidos.


Y lo más importante de este acontecimiento. A partir de este momento, desde las partículas más pequeñas hasta los cuerpos más inmensos, tendrían dos posibles destinos: caer víctimas de la máxima entropía, y condenarse a perder energía hasta llegar al punto más frío y estático donde ningún evento observable ocurre; o bien, aliarse entre sí para tratar de resistir y prevalecer. Y así es como surgió la vida, y así es como surgió este punto en el espacio tiempo en el que tú puedes leer este texto como ser humano.

1.2 Un gran secreto sobre la vida-La Entropía Negativa de Schrödinger


“El arreglo de los átomos en las partes más vitales de un organismo y la interacción de estos mismos arreglos, difieren de una manera muy fundamental de aquellos arreglos de los átomos que los físicos y químicos han hecho objeto de sus estudios experimentales y teóricos” Erwin Schrödinger La forma en que se comportan los átomos de los seres vivientes parece ser muy diferente a la forma en que se comportan los átomos de los cuerpos sin vida. Esta es una observación de Schrödinger que tiene el potencial de cambiar por completo la forma en que entendemos nuestro lugar en el universo.


Para poder comprendernos a nosotros mismos debemos comprender lo que nos forma, desde las partículas más pequeñas. Desafortunadamente para aquellos con una dominante necesidad de control, debo decirles que ese es terreno de la física cuántica. Misma que se caracteriza por su relación con la incertidumbre. En muy resumidas cuentas, el gran problema de la física cuántica es que no hemos logrado entender cómo se mueven los electrones alrededor del núcleo de un átomo. Parecen estar superpuestos: “estar” y “no estar” en varias posiciones a la vez. Y además, el problema se agudiza cuando nos dimos cuenta de que su comportamiento es diferente cuando los medimos y cuando no los medimos. O en otras palabras, parecen reaccionar al hecho de observarlos e inmediatamente cambian su comportamiento.


Esto es un gran problema. Evidencia lo poco que sabemos sobre lo que nos rodea. Lo que nos sugiere es que todo lo que está compuesto por átomos podría existir en múltiples lugares a la vez hasta que se unen en un mismo punto tras una interacción como por ejemplo medir un electrón. Y recordemos que todo lo que conocemos está compuesto por átomos.


Entonces, ¿existimos en varios planos existenciales a la vez? Eso definitivamente no lo sabemos con certeza, pero aunque no lo creas parece ser la explicación física y matemática más plausible al momento.


La interpretación everettiana diría que existe un número muy grande de universos paralelos que no pueden interactuar entre sí y que se han ido ramificando desde el Big Bang cada vez que hay un momento de decoherencia cuántica (por ejemplo cuando observamos un electrón) en que las posiciones de las partículas se entrelazan para colocarlos en uno solo de estos universos. Así, según esta interpretación, es que cada uno de nosotros tenemos la sensación de existir en un solo universo aunque existan muchos más. Definitivamente esta teoría es totalmente contraintuitiva. Va en contra de todo lo que experimentamos día a día, sin embargo podemos hacernos la siguiente pregunta: ¿en realidad sentimos que la Tierra se está moviendo en este momento a más de 800 mil kilómetros por hora? De hecho sentimos que no nos movemos, pero la realidad es que nos estamos moviendo muy pero muy rápido.


En fin, prácticamente lo que esto nos demuestra es que a nivel atómico no podemos predecir nada con exactitud. La promesa de la física newtoniana sobre dominar las leyes de la física se ha perdido.


Pero hay una forma muy útil de abordar este problema: con probabilidad. Básicamente, no podemos predecir el comportamiento exacto de un electrón pero sí su probabilidad. Recordemos que los seres humanos también estamos hechos de átomos y electrones: y si estas partículas parecen no seguir un orden, ¿entonces qué nos espera a nosotros?


No podemos predecir el comportamiento exacto de un solo átomo pero sí podemos acercarnos lo suficiente cuando se trata del comportamiento de un número enorme de ellos, por probabilidad. Es por esto que el mundo como lo conocemos, compuesto por un número enormísimo de átomos, asemeja seguir ciertas leyes físicas. Así es como la física cuántica, a pesar de no entender de fondo qué está sucediendo, puede hacer cálculos probabilísticos muy útiles que han permitido el funcionamiento de computadoras, teléfonos inteligentes, láseres, sistemas GPS y mucho más.


La física cuántica entonces nos ha enseñado que lo que vemos no es necesariamente lo que es, y que la certeza es una mera ilusión. Dicho esto, podemos ahora regresar al tema inicial de este capítulo: el comportamiento de los átomos de los seres vivientes parecen comportarse diferente a los átomos de los seres inertes. ¿Por qué? En palabras de Schrödinger: entropía negativa. Recordemos que ya hemos mencionado que a partir del Big Bang la materia se condenó a expandirse y a perder energía hasta casi desaparecer. Justo la propiedad de los seres vivos a resistirse a este destino es lo que Schrödinger llama entropía negativa. Dicho de otra forma: la vida lucha por resistir y prevalecer. Así comenta en su libro ¿Qué es la Vida? sobre este concepto:


“Entropía negativa… la cosa esencial del metabolismo es que el organismo consigue liberarse a sí mismo de toda la entropía…” Ésta, en mi opinión, es una de las ideas más relevantes y poderosas en la historia de la humanidad. En términos poéticos, lo que estamos diciendo con todo esto es que los seres vivientes estamos desafiando a la fuerza obscura que condena al universo al total desorden. Cada partícula y cada átomo de nuestro cuerpo se revela contra, ni más ni menos, que las leyes de la física tradicional y lucha por resistir y prevalecer de una forma muy especial. Una de estas formas es a través de “saltos cuánticos”, cambios súbitos de rumbo (poco probables) que en el campo de la genética llamamos mutaciones y que nos ha dotado de ventajas de supervivencia a todas las especies en este planeta Tierra.


No hemos logrado comprender a profundidad cómo, pero sí que nos hemos dado cuenta de que una infinidad de átomos, de manera muy poco probable, se ha organizado para formar moléculas, que a su vez se han organizado para formar genes, que a su vez se han organizado para formar cuerpos y mentes con el fin de aumentar su probabilidad de resistencia y prevalencia. Y además, estos seres vivientes parecen afectar directamente el comportamiento errático de las partículas que componen el resto de la materia ¡solo con observarlos!


¿Estamos entendiendo el poder que tenemos entre manos y lo afortunados que somos como seres humanos?

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