07 Abr Con ustedes, el sexto de los 12 Detonadores Instintivos. 🐘
*Recuerden: no compramos productos ni servicios sino soluciones a necesidades, y en este caso, necesidades instintivas.
NECESIDAD DE PROTECCIÓN Y FAMILIA.
#ArtículoDeLaSemana
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Los 12 Detonadores Instintivos son una guía con una carga teórica histórica pero también asombrosamente práctica. Estamos hablando, ni más ni menos, que de la programación intrínseca que tenemos “de fábrica” diseñada por supervivencia y por consecuencia de la evolución del género Homo durante más de 2 millones de años. O como diría Richard Dawkings, producto de millones de años de evolución genética.
6. Necesidad de Familia y Protección
Los elefantes tienen una estructura social matriarcal. Lo cual significa que la jefa es una experimentada elefante hembra que puede dirigir grupos de entre 3 y 25 miembros. Crean lazos de amistad de por vida, se protegen entre ellos e incluso lloran a sus muertos en una especie de rituales funerarios. Hay casos reportados de elefantes que regresan a los lugares donde murió su ser querido para quedarse ahí por largos tiempos como una aparente muestra de respeto y recordación.
Desarrollar lazos familiares tan fuertes les permite moverse en grupos, garantizar su seguridad, aprender uno del otro, motivarse para seguir adelante y muchos más beneficios de supervivencia.
El ser humano, al igual que el elefante, es un ser que crea lazos familiares muy fuertes. Nuestro instinto de familia y protección se alimenta incluso antes de nacer, desde el mismo vientre de una madre. Es uno de los detonadores más poderosos, ya que haríamos casi cualquier cosa por proteger a nuestra familia.
Otro fenómeno interesante con respecto a esta necesidad es que todas las personas celebramos aquellas prácticas que fomenten la reproducción y conservación de la especie. Esto lo podemos ver muy claramente en las redes sociales, si observamos con atención podrás darte cuenta que algunas de las publicaciones con más “Me Gusta” o interacciones de tus amigos o conocidos son aquellas que ilustran matrimonios, bebés, familias unidas etc.
Irónicamente, algunos de los productos que detonan directamente nuestro instinto de familia y protección son los servicios funerarios y los seguros de vida. Tener resuelto ese tema es un acto que tiene un fin indiscutible: proteger a mi familia de los problemas que mi muerte va a ocasionar.
Otros ejemplos más positivos pueden ser: bodas, bautizos, juegos de mesa, parques de diversiones para familias, hoteles familiares, restaurantes infantiles, productos de limpieza, alimentos nutritivos, etc.
En muchos de estos casos las justificaciones racionales tampoco estarán desalineadas al instinto inconsciente ya que estará bien visto buscar proteger a tu familia. Por lo tanto, al hacerlo consciente lo vamos a justificar con ese mismo impulso.
Sin embargo, en muchos casos se mantiene a nivel inconsciente o bien no verbalizado, como podría pasar en el caso de una primera cita romántica. El instinto muy probablemente podría ser conectar con otra persona para formar una familia. Curiosamente, en este caso, será mejor justificar racionalmente la invitación, argumentando “que es un muy buen restaurante” o “que se van a divertir mucho” antes de decir “que te gustaría formar una familia con el/ella”. ¡Porque entonces corres el gran riesgo de amenazar el instinto de libertad de la otra persona y te dejarán bien plantado!
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